HOLA AMIGOS/AS
Entendiendo por Misceláneo/a; las definiciones 1, 2 y 3 del Diccionario de la R.A.E.
misceláneo, a.
(Del lat. miscellanĕus).
He creado esta nueva entrada para poder colgar algunas de las publicaciones de NUESTRO GRUPO.
MÁLAGA Y PROVINCIA Historia e Imágenes
Las Historias que voy a colgar en esta ENTRADA, serán sin quitar ni un punto ni coma de como fue colgada en el Grupo de Facebook MÁLAGA Y PROVINCIA Historia e Imágenes, a posteriori si puedo añadiré lo que vaya apareciendo. Un Saludo.
OTRA HISTORIA SOBRE UN LUGAR MUY
CONOCIDO Y REALMENTE BELLO DE LA
PROVINCIA DE MÁLAGA POR:
ANTONIO RUIZ
LA CUEVA DEL TESORO
HISTORIA DEL MISTERIO DE " LA CUEVA DEL TESORO ":
AGRADECER ESTA INFORMACION A " SERGIO MELLADO "
A veces las historias , son leyenda y las leyenda son historias .
Esto es justamente lo que ocurre con el misterio de la " LA CUEVA DEL TESORO " y EL TESORO OCULTO EN ELLA .
YA podeis imaginaros porque a esta belleza de cueva se le llama de esta manera , pero por si alguien no lo sabe ,esta es la historia.
Una antigua leyenda habla de la existencia de un tesoro escondido en la Cueva del Higuerón o del Tesoro, a escasos 15 kilómetros de la capital malagueña, en el municipio de Rincón de la Victoria. Esta leyenda hace referencia al tesoro de los cinco reyes de la dinastía almorávide, cuyo último mandatario, Tesufín ibn Alí, habría muerto en la plaza de Orán en 1145, a manos de los almohades, tras embarcar el tesoro real rumbo a Al Ándalus.
Los rastros de este tesoro se perdieron y fue Fray Agustín de Milla y Suazo, natural de Orán, quien en el siglo XVII recogió la leyenda en su manuscrito titulado Historia eclesiástica y secular de Málaga y su obispado, en el que señala como lugar de enterramiento del tesoro a la Cueva del Higuerón. Esta historia fue recogida más tarde en Conversaciones Malagueñas, publicada en 1789 por Cristóbal Medina Conde con todos los elementos de una leyenda, en la que no faltan el gigante ni el dragón. Según este autor, un grupo formado por 17 hombres de reconocido valor se introdujeron en la cueva para buscar el famoso tesoro, y salieron aterrados, convencidos de haber visto "la figura de un animal extraordinario y huellas como de pies desnudos, que ocupaban más sitio que el ancho y largo de dos pies de los nuestros".
La tradición habla de las riquezas que dejaron cinco reyes almorávides
Más tarde, en la primera mitad del siglo XIX, el suizo Antonio de la Nari, pasó varios años buscando el tesoro. A partir de entonces la cueva pasó a llamarse "del suizo". De la Nari utilizó pólvora para abrir nuevas galerías y fue el descubridor de una parte de la cueva que estaba taponada y oculta desde hacía siglos. El suizo murió en 1847 víctima de una de sus explosiones en la cueva.
Ya en el siglo XX, el investigador malagueño Manuel Laza Palacio (1909-1988) dedicó desde 1952, fecha en que redescubrió la gruta, 38 años de su vida al estudio de la cueva y a la búsqueda del tesoro, de cuya existencia no dudó nunca tras encontrar en los años cincuenta un "tesorillo" formado por seis dinares de oro del siglo XII y restos de cerámicas y utensilios de la época.
Leyendas aparte, la Cueva del Higuerón es en sí un tesoro natural. Es una de las tres cuevas de origen marino que se conocen en el mundo y única de este tipo en Europa. Las otras dos se hallan en Asia y América Central. Su formación, gracias a la acción del Mediterráneo, se sitúa en torno a la época jurásica y posee un gran interés científico, histórico y cultural. En ella se han encontrado restos de pintura rupestres relacionadas con las pinturas de signos rojos de la Cueva de la Pileta de Benaoján (Málaga), además de numerosos vasos de cerámica, piezas de sílex, dos cráneos completos y restos de animales.
Entre sus cavidades destacan la sala Noctiluca, denominada así por encontrarse en ella el templo dedicado a la diosa lunar mediterránea Noctiluca. A sus pies hay un altar en el que se hallaron restos de cenizas de animales sacrificados en su honor.
La sala más amplia y húmeda de toda la cueva es la de los Lagos, donde podemos encontrar formaciones características como las estalactitas excéntricas, gracias a las filtraciones de agua dulce a través de la piedra, además de tres lagos. Desde ella se accede a la sala de la Virgen, que es una de las más grandes y espaciosas de cuantas se visitan.
De aquí se pasa a la sala de Marco Craso, que toma el nombre de un tribuno romano que se ocultó en ella. Al final del recorrido se llega a la sala del Águila, en la que destaca una formación pétrea que recuerda a un águila, o a un ave de presa similar, en el acto de lanzarse en picado desde un risco.
AGRADECER ESTA INFORMACION A " SERGIO MELLADO "
A veces las historias , son leyenda y las leyenda son historias .
Esto es justamente lo que ocurre con el misterio de la " LA CUEVA DEL TESORO " y EL TESORO OCULTO EN ELLA .
YA podeis imaginaros porque a esta belleza de cueva se le llama de esta manera , pero por si alguien no lo sabe ,esta es la historia.
Una antigua leyenda habla de la existencia de un tesoro escondido en la Cueva del Higuerón o del Tesoro, a escasos 15 kilómetros de la capital malagueña, en el municipio de Rincón de la Victoria. Esta leyenda hace referencia al tesoro de los cinco reyes de la dinastía almorávide, cuyo último mandatario, Tesufín ibn Alí, habría muerto en la plaza de Orán en 1145, a manos de los almohades, tras embarcar el tesoro real rumbo a Al Ándalus.
Los rastros de este tesoro se perdieron y fue Fray Agustín de Milla y Suazo, natural de Orán, quien en el siglo XVII recogió la leyenda en su manuscrito titulado Historia eclesiástica y secular de Málaga y su obispado, en el que señala como lugar de enterramiento del tesoro a la Cueva del Higuerón. Esta historia fue recogida más tarde en Conversaciones Malagueñas, publicada en 1789 por Cristóbal Medina Conde con todos los elementos de una leyenda, en la que no faltan el gigante ni el dragón. Según este autor, un grupo formado por 17 hombres de reconocido valor se introdujeron en la cueva para buscar el famoso tesoro, y salieron aterrados, convencidos de haber visto "la figura de un animal extraordinario y huellas como de pies desnudos, que ocupaban más sitio que el ancho y largo de dos pies de los nuestros".
La tradición habla de las riquezas que dejaron cinco reyes almorávides
Más tarde, en la primera mitad del siglo XIX, el suizo Antonio de la Nari, pasó varios años buscando el tesoro. A partir de entonces la cueva pasó a llamarse "del suizo". De la Nari utilizó pólvora para abrir nuevas galerías y fue el descubridor de una parte de la cueva que estaba taponada y oculta desde hacía siglos. El suizo murió en 1847 víctima de una de sus explosiones en la cueva.
Ya en el siglo XX, el investigador malagueño Manuel Laza Palacio (1909-1988) dedicó desde 1952, fecha en que redescubrió la gruta, 38 años de su vida al estudio de la cueva y a la búsqueda del tesoro, de cuya existencia no dudó nunca tras encontrar en los años cincuenta un "tesorillo" formado por seis dinares de oro del siglo XII y restos de cerámicas y utensilios de la época.
Leyendas aparte, la Cueva del Higuerón es en sí un tesoro natural. Es una de las tres cuevas de origen marino que se conocen en el mundo y única de este tipo en Europa. Las otras dos se hallan en Asia y América Central. Su formación, gracias a la acción del Mediterráneo, se sitúa en torno a la época jurásica y posee un gran interés científico, histórico y cultural. En ella se han encontrado restos de pintura rupestres relacionadas con las pinturas de signos rojos de la Cueva de la Pileta de Benaoján (Málaga), además de numerosos vasos de cerámica, piezas de sílex, dos cráneos completos y restos de animales.
Entre sus cavidades destacan la sala Noctiluca, denominada así por encontrarse en ella el templo dedicado a la diosa lunar mediterránea Noctiluca. A sus pies hay un altar en el que se hallaron restos de cenizas de animales sacrificados en su honor.
La sala más amplia y húmeda de toda la cueva es la de los Lagos, donde podemos encontrar formaciones características como las estalactitas excéntricas, gracias a las filtraciones de agua dulce a través de la piedra, además de tres lagos. Desde ella se accede a la sala de la Virgen, que es una de las más grandes y espaciosas de cuantas se visitan.
De aquí se pasa a la sala de Marco Craso, que toma el nombre de un tribuno romano que se ocultó en ella. Al final del recorrido se llega a la sala del Águila, en la que destaca una formación pétrea que recuerda a un águila, o a un ave de presa similar, en el acto de lanzarse en picado desde un risco.
Añado algunas imágenes más.
ESTA HISTORIA LA COLGÓ ANTONIO RUIZ
Toda esta informacion es gracias a "ALFONSO
VAZQUEZ " ,gracias por todo .
A veces las historia surgen de donde menos
creen que estan ,y los heroes pasan inavertido ,
hasta que se conoce su historia.Esto mismo le
paso a " JUAN CHAMIZO GARCIA ", fue este
hombre ,un campesino del Valle de Abdalajís
que tomó parte en una gesta bélica que fue
reconocida por los propios enemigos. Juan
Chamizo García fue uno de los últimos de
Filipinas, el medio centenar largo de hombres
que resistió un terrible asedio de 337 días entre
junio de 1898 y junio de 1899 en la iglesia de
Baler, una localidad costera de Filipinas en la
isla de Luzón. Enfrente, entre 800 y 1.500
soldados filipinos que peleaban por la
independencia de la colonia española. Entre
muertos en combate, fusilados por deserción y
desertores, al final quedaron 33 soldados
españoles, uno de ellos Juan Chamizo,
popularizado gracias a la película rodada en
Málaga Los últimos de Filipinas, en la que su
papel fue interpretado por Fernando Rey. La
película, por cierto, le inventa un romance con
una tagala.
Gracias al doctor en Historia, el malagueño
Juan Antonio Martín Ruiz, investigador de este
episodio de la Historia de España y que incluso
ha publicado el desconocido diario de uno de
los combatientes, Ramón Buades, podemos
conocer
más datos sobre Juan Chamizo. Para empezar, su apellido materno era García y no Lucas, como consta en su expediente militar.
Era un labrador nacido en 1876 en el Valle de Abdalajís,y era conocido como el bizco Chamizo por su estrabismo. En un principio se alista como voluntario a los 21 años para combatir a los cubanos pero terminó siendo enviado a Filipinas. Tras unos meses en Manila, en febrero de 1898 es destinado a Baler para reemplazar a las tropas españolas.
El sitio de Baler empieza el 28 de junio. 55 soldados españoles se hicieron fuertes en la iglesia del pueblo, dedicada a San Luis de Tolosa. El investigador Juan Antonio Martín Ruiz resalta que en septiembre de ese año fue herido en combate y que en noviembre, participó en una valiente salida con las tropas. El teniente Saturnino Martín Cerezo cuenta de esa salida que «un soldado, cuyo nombre merece colocarse bien alto, Juan Chamizo Lucas –en realidad García–, venció esta dificultad».
Además, se convirtió en hombre de confianza de los tenientes Martín Cerezo y el teniente médico Vigil de Quiñones ya que contaban con él para que saliera de la iglesia en cuanto avistara un navío español para nadar hacia él, algo que no se produjo.
Poco después, en diciembre de 1898, España firmó la paz con Estados Unidos, pero los españoles sitiados se negaron a aceptar la verdad de los hechos y aguantaron seis meses más, hasta el 2 de junio de 1899. En ese día, los soldados hojearon unos periódicos dejados por un enviado español y quedaron convencidos de la rendición de España.
El presidente de la independiente Filipinas, Emilio Aguinaldo, los trató con todos los honores y fueron agasajados al llegar a Manila. Al llegar a Barcelona en septiembre sólo fueron recibidos por un centenar de personas mientras que nadie les esperó en Madrid.
Los últimos de Filipinas recibieron unas pensiones vitalicias que fueron aumentadas con el tiempo y los soldados, dos cruces de plata del mérito militar con distintivo rojo.
Nuestro protagonista es el numero 17 de la fotografia .
JUAN CARLOS BELMONTE, es una de esas historias que bien podrían dar para un libro una película etc. pero sin más preámbulos paso a colgarla sin olvidar mi agradecimiento, por supuesto como siempre si aparecen nuevos datos los iré añadiendo.
Javier Quiñones Teruel
Historias de Guerreros
LA DESPEDIDA DEL SOLDADO. "MUY EMOCIONANTE"...
En la primavera de 2012, en excavaciones en lo que antaño fue el fortín español de Monte Arruit (a unos 30 km de Melilla) apareció el cuerpo momificado de un soldado español. Según cuentan los arqueólogos y antropólogos, las condiciones climáticas de la zona han hecho posible la buena conservación del cuerpo así como la de alguna de sus pertenencias y restos del uniforme. Entre sus pertenencias destaca una pitillera de cuero y metal con las iniciales P.G., una foto de una mujer joven, una pequeña moneda de plata con la efigie de Alfonso XIII y una extensa carta todavía legible. Todos los indicios, y sobre todo por el lugar del hallazgo y datación de la carta, apuntan a que este hombre fue una de las víctimas de la matanza de españoles acaecida el 9 de agosto de 1921 en Monte Arruit. Es uno de los episodios más lamentables ocurridos en la Guerra del África.
Los investigadores quedaron asombrados al leer la carta que portaba este soldado. El papel amarillento, compuesto por dos páginas y doblado por la mitad estaba metido en un sobre. Los datos personales no han sido revelados por las fuentes investigadoras.
En la primavera de 2012, en excavaciones en lo que antaño fue el fortín español de Monte Arruit (a unos 30 km de Melilla) apareció el cuerpo momificado de un soldado español. Según cuentan los arqueólogos y antropólogos, las condiciones climáticas de la zona han hecho posible la buena conservación del cuerpo así como la de alguna de sus pertenencias y restos del uniforme. Entre sus pertenencias destaca una pitillera de cuero y metal con las iniciales P.G., una foto de una mujer joven, una pequeña moneda de plata con la efigie de Alfonso XIII y una extensa carta todavía legible. Todos los indicios, y sobre todo por el lugar del hallazgo y datación de la carta, apuntan a que este hombre fue una de las víctimas de la matanza de españoles acaecida el 9 de agosto de 1921 en Monte Arruit. Es uno de los episodios más lamentables ocurridos en la Guerra del África.
Los investigadores quedaron asombrados al leer la carta que portaba este soldado. El papel amarillento, compuesto por dos páginas y doblado por la mitad estaba metido en un sobre. Los datos personales no han sido revelados por las fuentes investigadoras.
En el sobre dice:
Hermano de armas, si lees esto será porque yo habré muerto. Por favor, cumple la última voluntad de este soldado español que ha caído por la Patria y haz llegar esta carta a María […] que vive en Málaga en la calle […]. Sus padres se llaman Manolo y Antonia.
Carta
En la carta se puede leer:
Mi dulce María,
Nunca pensé escribir esta carta, pero lo preocupante de la situación me lleva a ello. Llevamos días atrincherados y defendiendo Monte Arruit, apenas tenemos agua y comida. Los moros nos cercan y nos hacen fuego, cada día tenemos nuevas bajas, ya sea por causa enemiga o por efecto del calor, y no tenemos medicamentos ni medios de asistencia sanitaria. Según dicen, el General Berenguer le ha prometido a Navarro que mandarán refuerzos desde Melilla, pero la ayuda nunca parece llegar. Hay descontento y pesar entre los hombres aquí. Hay rumores fiables de que se negociará la rendición de la plaza, pero no sabemos mucho más al respecto. No sé qué pasará, hemos pasado muchas penurias en esta maldita guerra, pero como la de Monte Arruit no la he vivido. Ya se sabe como actúan los moros y tengo mucho miedo por lo que pueda pasar, estamos prácticamente a su merced y no creo que podamos resistir mucho más el hostigamiento al que nos someten. En el campamento tratamos de animarnos los unos a los otros; por su parte, día tras día, los oficiales nos recuerdan lo que implica ser un soldado español con arengas patrióticas, pero lo que más nos reconforta, dentro de lo que se puede, es la camaradería que hacemos todos en estos difíciles momentos. La verdad que no sé por qué te estoy contando esto, supongo que por egoísmo al desahogarme con este papel. No quiero robarte más líneas, ya que esta carta es para ti: la dulce niña de mis ojos, mi morena, mi malagueña, mi razón de vivir, mi anhelo, la estrella que me guía en las noches, la única persona por la cual suspiro día tras día y me reconforta pensar que pronto te veré, que pronto te abrazaré, que pronto te besaré y que pronto me casaré contigo. Dios sabe lo mucho que te quiero. Aún me acuerdo de la primera vez que te vi, con aquel vestido azul, tu pelo negro azabache recogido en un coco, esos ojos verde esmeralda que son capaces de cegar más que este sol africano y convertir a cualquier hombre en estatua de sal con sólo regalarle una mirada tuya. Me acuerdo de la canasta de mimbre llena de pescado que llevabas pues venías del mercado y como yo, apoyado en la pared de la calle de mi casa, quedé absorto ante tu belleza. Te eché un piropo cuando pasaste por delante mía, no pensé que me hicieras caso, ya que tal hermosura tiene que estar acostumbrada a que te los digan, pero giraste tu preciosa cara, me miraste y me sonreíste. Bendito piropo aquel. Te pedí acompañarte a casa para hablarte por el camino y me lo permitiste. Desde entonces fuimos inseparables, me costó que tu padre me aceptara, pero ya sabes que la insistencia siempre ha sido mi virtud. Aún me tiemblan las piernas cuando me acuerdo de aquel primer beso que te robé en la puerta de la casa de tu tía, se nos paró el mundo alrededor en ese instante. En fin, hay tantas cosas que podría contar… Seguro que mientras lees esto estás esbozando una sonrisa. En estas líneas que llevo hablando de ti se me ha olvidado momentáneamente todo lo que estoy pasando aquí. Siempre serás mi mejor medicina y el remedio de todos mis males. Ya sabes que al comienzo de esta carta te dije que nunca pensé escribirla. Es de despedida, mi amor. Si recibes esta carta será porque yo ya no estaré. No quiero ser egoísta y por ello te pido que no me guardes luto, que no te apenes por mí, que rehagas tu vida lo más pronto posible y que no me eches en falta pues yo siempre estaré contigo en cada momento de tu vida. Que seas muy feliz y que hagas realidad todos tus sueños, ya que los míos se cumplieron cuando me dejaste amarte. Quiero que sepas que mis últimos pensamientos son para ti y que siempre te querré y cuidaré allá donde esté. Monte Arruit a 8 de agosto de 1921. De tu soldadito, Pedro.
Según narran las fuentes investigadoras, el 9 de agosto el General Navarro parlamentó la entrega de Monte Arruit con los jefes tribales marroquíes. Las condiciones fueron que los españoles entregaban las armas y saldrían del fortín sin hostigárseles y, además, se proporcionaría transporte a los heridos. Así pues, los soldados españoles desarmados comenzaron a salir de Monte Arruit en columna, pero al poco tiempo los moros, de manera inesperada, atacaron a los españoles desde distintos flancos produciéndose una enorme matanza. De un contingente de 3000 hombres, sólo 60 lograron sobrevivir.
A veces el destino y la suerte se unen. Aunque no ha sido fácil, según revelan los investigadores, se ha podido localizar a familiares de la destinataria (María) de la carta. Antonio, un nieto de ésta mujer ha contado que su abuela, aunque se casó años después de lo acontecido en Monte Arruit, siempre tuvo en su mesita de noche la foto de un joven soldado con un rosario sujeto en la esquina del marco. Durante muchos de años, incluso ya casada y con hijos, día tras día acudía al puerto de Málaga con la esperanza de que llegara el barco que habría de traerlo. Mi abuelo siempre respetó a mi abuela y supo que jamás ocuparía el puesto de aquel primer novio. No obstante, fueron un matrimonio feliz. Falleció en 1987, a la edad de 85 años. Pidió ser enterrada con la foto de su primer amor y el rosario entre las manos.
LA SIGUIENTE ES UNA HISTORIA SOBRE UN
PERSONAJE MUY CONOCIDO DE LA SEMANA
SANTA DE MÁLAGA CONTADA POR NUESTRO
PERSONAJE MUY CONOCIDO DE LA SEMANA
SANTA DE MÁLAGA CONTADA POR NUESTRO
AMIGO ANTONIO RUIZ
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